Ir al contenido principal

Cuento del fin del mundo.

Pues otro de mis gustos es escribir, tal vez no sea de lo mejor, pero creo que es verdaderamente importante que siempre expresemos y hagamos lo que nos gusta, siempre hay que plasmarlo de alguna forma, ya que todo eso es parte de lo que somos, y quien sabe, quizá un día esta memoria virtual o los escritos tradicionales sean los que nos ayuden a que la vieja memoria se reanime.
Sin más aquí les dejo un pequeño cuento de lo que estuvo de moda , pero que ahora pues ya no es tan relevante ¿verdad? Jejeje... pero bueno fue para un pequeño concurso, en el cual pues no figuré, pero me dio gusto el haber participado, y la verdad es que si está algo limitado por los requerimientos del concurso.

El final...
Muchos decían que esto iba a pasar, pero, la verdad es que todas esas ideas, todos los comentarios de los “expertos”, las profecías antiquísimas de diferentes partes del mundo y en mi caso, las más cercanas, las profecías Mayas; fueron tantas explicaciones, interpretaciones e inventos o dichos divinos que marcaban una fecha más o menos en común, 21 de Diciembre de 2012, una fecha que para algunos parecía lejana y para otros más estudiosos en este tipo de “fenómenos” catastróficos lo veían como si estuviera a la vuelta de la esquina; y la verdad es que... aquí estamos, en una mañana tan normal como cualquier otra de un día anterior al marcado como el día final.
Si bien mucha gente se estaba preparando para la noche y posteriormente la llegada del siguiente día, yo caí en el pecado de confiarme de más y no preparé mucho, eso si mi casa parecía una bodega de alimentos y cosas que yo creí necesarias para defender mi vida ante cualquier cosa que pasara. Aunque debo admitir que muchas personas me advirtieron que las cosas con las que contaba no iban a ser suficientes o útiles si la profecía se cumplía como estaba marcada, pero la verdad es que pues mi idiosincrasia pues no me ayudaba mucho a la hora de tener que hacer las cosas con anterioridad y gran efectividad. Claro está que ese no es el tema, pero algo si les digo contaba con comida, cosas para hidratarme y algunas otras para tener algo de relajación y por supuesto armas para defender mi casa que solo contaba como un extra con protecciones de madera en las ventanas, aparte claro está de los protectores de reja para evitar que alguien entre.
Eran casi las diez de la noche y llegué a mi hogar con la firme esperanza y seguridad de que no iba a pasar nada y que todo se iba a quedar en dichos y profecías sin cumplir como tantas otras que se han dado anteriormente, pero al doblar en la esquina empezó la travesía; había gente tratando de derribar el barandal que protege la entrada al porche de mi casa y así mismo por lo visto saqueando otros hogares que la verdad estaban más expuestos que el de su servidor, se veía un gran tumulto, las voces y los gritos se mezclaban con los llantos de la gente tanto de los agresores como de los que estaban siendo agredidos, había golpes, se notaba que la gente se quería defender, o más bien que querían defender lo propio, pero por lástima, esta noche había más gente que necesitaba tener algo, aun y que no fuera suyo por las buenas; que los que podían defender sus posesiones. Traté de pasar desapercibido entre el tumulto hasta llegar al candado para abrir un lado del barandal y escabullirme por un espacio lo más pequeño posible.
Estando ya dentro y preparado para recibir este día cual fuese un día de fin de año preparé una cena buena y abrí una buena cerveza artesanal, digo podría ser la última, así que quería que fuese especial.
A mitad de mi cena se empezaron a escuchar detonaciones de armas de fuego; pero, no sabía ni quería saber si eran de la gente en la calle o de alguien tratando de controlar los tumultos, lo cierto es que algunas balas dieron y perforaron mis protecciones de madera, y de pronto... Un silencio sepulcral reinó en la calle, ya no se oían los llantos, gritos ni las peleas o la balacera que había generalizado el día, pero algo empezó a notarse en el ambiente; había un notable olor a azufre como cuando enciendes un cerillo y la luz de la noche se había tornado de un frio azul a un cálido anaranjado rojizo. Fue cuando volvieron las voces, pero... eran diferentes, se oían generalizadas, casi en unísono, se distinguía un rezo, pero no era español el idioma, no lo podía distinguir, me asome por uno de los orificios de bala y pude ver a la gente marchando y escuche los canticos en manera de plegaria, parecían hipnotizados marchando hacia la dirección de donde se veía mas fuerte el resplandor. No podía entender, la verdad es que a duras penas podía ver algo, decidí que lo mejor era quedarme resguardado en lo más recóndito de mi casa, aunque... no podía quedarme con la duda, y si ellos veían algo bueno o qué tal si lo que hacían era lo que los salvaría; ¿salvaría?, pero que digo, ni siquiera sé si estaba pasando algo afuera, ¡necesito saber! Arrebatadamente quité una de las tablas que cubrían las ventanas y pude notar a todas las personas que estaban en la calle que caminaban con una precisión casi militar, pero con una pesadez en sus pasos, como si en realidad se estuvieran resistiendo a llegar al destino, que por una razón desconocida, se dirigían. Parecía una horda de zombis que caminaban sin un propósito claro, pero con un cierto aire de consciencia; y fue ahí cuando lo ví, era una figura gigantesca y con una vestimenta que desprendía luz a montones, y eso era lo que parecían seguir, ¡la luz!, ¡la ví!, y… ¿por qué seguía bien?, tal vez no sabían que estaba aquí, pero de seguro al acabar de dirigir a la gente de la calle, buscarían en más lugares.
Habían pasado dos horas ya de que comenzaron las actividades extrañas en las calles, y aún seguía ese olor raro y el color cálido de la luz, pero cada vez aumentaba más el calor, no estoy seguro cuanto había subido la temperatura pero si estaba seguro de algo me estaba asando y en algún momento me desesperaría y tendría que salir, -al mal tiempo, darle prisa- murmuré y tomé mi pistola, me dirigí a la puerta y la abrí con cautela, me asomé y observé las calles vacías pero con muchas huellas de pisadas, se veía como si todos hubieran desaparecido. Recorrí algunas calles y no veía personas, observé que algunas puertas de casas habían sido forzadas, tal vez por los humanoides que vi antes o tal vez por las mismas personas, al verme en esa soledad, pensé en que no duraría mucho antes de que alguien o algo me encontrara, así que me dirigí a donde se veía más fuerte el resplandor, era cada vez más caliente, cada paso que daba tenia más calor y sudaba a caudales, estaba a escasos 200 metros del lugar en donde parecía provenir la luz y comencé a escuchar esos cánticos otra vez, se escuchaban muchísimas voces pero todas a un volumen bajo como susurrando la melodía. Todos estaban reunidos alrededor de lo que parecía un sol en miniatura, y obvio sin la cualidad de cegarte por completo al verlo, de hecho cuando lo miré pude ver una figura dentro de él, algo como lo que vi antes pero mucho más grande, decidí acercarme a la resplandeciente estrella y fue cuando sentí la calidez de una mano que tocaba mi hombro, al tiempo que me decía “éste es tu nuevo comienzo, si decides avanzar, avanzaras con nosotros y serás igual que la tierra, si decides que no lo deseas,puedes continuar y pertenecer a la historia que gobernaba el anterior sol”.
Así que aquí estamos ahora, somos la nueva era, tenemos consciencia, pensamos colectivamente y con un solo propósito, formamos parte de una comunidad regenerada, y queremos que otros hubieran querido pertenecer a nosotros, se nos permite recordar para valorar y decidir y no cometer los mismos errores, y que cuando nazca el próximo sol, no sea tan difícil el querer tomar una decisión y dejar atrás lo que fuimos en pro de tener una vida mejor. Los que no quisieron avanzar también pusieron su grano de arena, literalmente, con ellos “sembramos” una nueva vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Arrastrando los pies. Pt1

- Y... ¿Desde cuándo estás escondiéndote aquí? - Pues no recuerdo tiempo exacto, pero sería hace algunos 2 meses, noté que este lugar está bien ubicado y que al parecer nadie había entrado, el problema real era, ¿Habían salido los que habitaban aquí?, y qué tal si no, me encontraría en un verdadero problema. -Buen punto, pero sabes, yo creo que no habría problema con las personas que estuviesen dentro; eran buenas personas, buenos vecinos y más que nada buenos parientes. -Vaya hombre no sabía que fuesen algo tuyo, pero en serio cuando entré no había nadie, revisé inmediatamente todo. -Entiendo, no te preocupes la verdad es que espero que hayan logrado llegar a algún lugar seguro, como yo, a muy duras penas, pude llegar hasta aquí. -Sabes, no me preocupaba que no me dejasen entrar o no me ayudaran, el problema real vendría si ya estuviesen convertidos... -Y de haberlo estado ¿Que hubieras hecho? - Pues...  No es por ser cruel ni mucho menos, pero sabes, yo creo que en cuanto ya

¿Qué es la muerte? (Cuentito del 2 de noviembre)

 - Entonces ¿Qué es la muerte? - Yo, yo soy la muerte. Ya te lo había dicho cuando pasé por ti, hace unos 3 años y te lo repetí hace apenas un ratito. - Sí, yo sé que tú eres la muerte, desde pequeños sabemos quién eres, no entiendes, digo que¿qué es morir?, ¿qué es la muerte pues? ¿Si me entiendes? - Haces muchas preguntas viejo, y claro que te entiendo, no es la primera vez que me lo preguntan y lo que te puedo decir es que, si lo quieres saber, cada quien recibe una respuesta diferente, porque cada quien lo ve de maneras diferentes. - Pero algo si es claro, todos nos petateamos y luego estamos aquí contigo.  ¿Verdad? - Sí, todos se petatean... Hubo un largo silencio entre los dos... - ¿Ya quieres irte? -apresuró la muerte - Nah, vamos a  a quedarnos otro ratito, quiero ver si viene mi compadre a darme el último adiós. - En realidad, es muy probable que se vuelvan a saludar muy pronto.... -¿Neta? Pobre compadre, el que siempre se cuida, come sano, hace deporte y así -Pero también sie

Nieve de cerveza (versión con huevo)

Bueno raza, pues después de un buen rato que decidimos ya no producir esta deliciosa nieve, les voy a compartir esta receta, que no es demasiado compleja, pero que si debemos tener mucho cuidado, sobre todo en el proceso de cocción, para tener un mejor resultado. Antes de comenzar les platico que este helado es a base de crema y lleva huevo, luego les paso una receta sin huevo que después de mucho investigar logré hacer de manera adecuada. Por lo tanto esto no es cerveza congelada, no es solo meter al congelador la cerveza con azúcar o limón, tampoco es nieve de vainilla mezclada con cerveza, es hacer desde cero la nieve con cerveza como ingrediente. También decirles que no recomiendo hacerla con cervezas comerciales, eligan cerveza con mucho sabor, recomiendo artesanales para que no pierda demasiado cuando se le ponen los ingredientes, y por último les digo que tiene un nivel mínimo de alcohol pero si le queda por lo que no debe ser consumida por menores de edad.